San Francisco, nacido en Asís, Umbría, fue suscitado por Dios para trabajar con Sto. Domingo1 en el resurgimiento moral del mundo, precisamente en una época de las más borrascosas.
«Cuanto este
insensato sublime, dice el Conde de Montalembert, más se ocultaba y
rebajaba para hacerse digno, con la humildad y el desprecio de los
hombres, de ser vaso del divino amor, tanto más, por un efecto
maravilloso de la gracia, corrían los hombres en pos de él.» Francisco
tuvo pronto discípulos, que se redujeron a la más estrecha pobreza,
compartiendo su ardor en la conversión de los pueblos. «Hermanos míos,
les decía, prediquemos penitencia más con nuestros ejemplos que con
nuestras palabras.» Dióles después una Regla, que mereció la aprobación
de Inocencio III en 1210. Al año siguiente cediéronle los Benedictinos
la iglesita de Nra. Sra. de los Ángeles, llamada Porciúncula2,
cuna que fué de su Orden. Esta nueva familia religiosa con que
enriqueció la Iglesia, multiplicóse con tal rapidez que a los diez años
contaba ya hasta cinco mil hermanos en el Capítulo general, celebrado en
Asís3.
La Porciúncula
Queriendo S.
Francisco que se considerasen como los más pequeños entre los
religiosos, dióles el nombre de Frailes Menores. Él mismo no pasó en
toda su vida de simple diácono. Al lado de esta Orden, fundó otra que es
la de las «damas pobres o Clarisas, así llamadas por la ilustre virgen
de Asís y cofundadora Sta. Clara (12 de Agosto).
Finalmente,
en 1221, estableció otra Orden, llamada «Orden Tercera de penitencia», a
la que los Papas prodigan los más poderosos alientos y ricas gracias.
S. Francisco envió discípulos suyos a Alemania, España, Francia, África;
él mismo deseó ir a Palestina y a Marruecos sediento del martirio; mas
estorboselo en el camino la divina Providencia.
El 4 de
Octubre de 1226, dió su alma a Dios, diciendo: «Sacad Señor, mi alma de
esta cárcel, para que vaya a cantar tus alabanzas» (Salmo 141).
¡Serafín de
Asís! Ahora eres rico, y tu sayal reluce más que la púrpura de los
reyes. Ruega por la Iglesia y sigue siendo una de sus más robustas
columnas. Enséñanos el desprecio de todo lo terreno, que, al fin. todo
ello vale harto menos que un alma.
Y, sin
embargo, los hombres arriesgan alocados la suya, y aun la pierden a
trueque de allegar un montoncito de polvo que reluce. A ti te llamaron
loco las gentes; pero ésta si que es locura, frente a la misteriosa y
única cordura de la cruz y del entero desprendimiento.
Mira siempre
con especial predilección por tu dilatadísima familia espiritual
repartida en tus tres Órdenes, a fin de que se santifiquen y que den a
Dios la debida gloria y a la Iglesia el espiritual provecho que de ellos
espera.
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1.
«Francisco, dice Dante, fué un verdadero Serafin por el amor que abrasó
su alma; Domingo con sus luces ocupa las filas de los Querubines». La.
vida del primero alcanza de 1182 a 1226: la del segundo va. de 1170 a.
1221. Cuéntase que San Luis, rey de Francia, solía decir : Si yo pudiese
dividirme en dos partes, daría. una mitad a Sto. Domingo y la otra a S.
Francisco.
2. S.
Francisco, después de haber restaurado la Iglesia. de Nra. Sra.. de los
Ángeles, alcanzó del Papa la gracia de una indulgencia plenaria para
todos los fieles que la visitasen el 2 de Agosto, aniversario que era de
su consagración. Todas las iglesias parroquiales gozan desde hace unos
años del mismo privilegio.
3. En 1264
los Franciscanos poseían 8.000 casas, creciendo su número en la Edad
Media. Actuaalmente las tres ramas de la Orden de S. Francisco cuentan
40.000 miembros en todo el mundo. Han dado a la Iglesia 29 Santos, 60
beatos, 5 Papas y numerosos cardenales, obispos y doctores de la talla
de S. Buenaventura., Alejandro de Ales, Rogerio Bacon y Dune Scot.
Fuente: MISAL DIARIO Y VISPERAL
Por Dom.
Gaspar Lefebvre O.S.B. De la Abadía de S. Andrés (Brujas, Bélgica)
Traducción Castellana y Adaptación del Rdo. P. Germán Prado Monje
Benedictino de Silos (España) Páginas 1726 y 1727.
Fuente Primaria e Indispensable del Verdadero Espíritu Cristiano(Pío X).
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